Me gustan las farolas. Iluminan el camino y siempre están ahí para ayudar a mantener el equilibro los sábados al volver a casa. Y no hacen preguntas. No recriminan. Viejas amigas, uno sabe que siempre podrá confiar en ellas.
Preciosa y desigual competición entre la luz que se despide y la que pretende sustituirla. Con cierta actitud acomplejada, la farola por ahora tan sólo se atreve a iluminar su base. Luego, cuando el crepúsculo se rinda, extenderá confiada la luz a su alrededor; ya sin miedo a las comparaciones.
4 comentarios:
Y las estrellas?? es preciosa así, no le falta nada.
Me gustan las farolas. Iluminan el camino y siempre están ahí para ayudar a mantener el equilibro los sábados al volver a casa. Y no hacen preguntas. No recriminan. Viejas amigas, uno sabe que siempre podrá confiar en ellas.
Preciosa y desigual competición entre la luz que se despide y la que pretende sustituirla. Con cierta actitud acomplejada, la farola por ahora tan sólo se atreve a iluminar su base. Luego, cuando el crepúsculo se rinda, extenderá confiada la luz a su alrededor; ya sin miedo a las comparaciones.
E.M.
Mmmm, espléndida. Zorionak.
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