Escampa, al final siempre escampa. La falta de esperanza hace que nos ahoguemos en la tormenta porque dejamos de nadar. Y dejamos de nadar porque nos convencemos de que todo esta perdido. Desde el fondo del mar nunca veremos que al poco de hundirnos, salió el sol, el mal entró en calma y un velero pasó por donde estábamos.
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Escampa, al final siempre escampa. La falta de esperanza hace que nos ahoguemos en la tormenta porque dejamos de nadar. Y dejamos de nadar porque nos convencemos de que todo esta perdido. Desde el fondo del mar nunca veremos que al poco de hundirnos, salió el sol, el mal entró en calma y un velero pasó por donde estábamos.
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