martes, 9 de febrero de 2010

Srst2


070210 / Palacio del Condestable. C/ Mayor. Pamplona.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿ Calculas las horas en las que la gente pasa por puertas y arcadas?

E.G. dijo...

Veo la silueta recortada de Alfred Hitchcock y sé que no me gusta el miedo. Nunca he disfrutado con él. Porque luego uno se mete en la cama y se acojona. Y acaba levantándose para asegurarse de que la puerta de casa esté bien cerrada y dificulte de esa manera la entrada de monstruos y asesinos. Los padres siempre deberían dejar a los niños dormir con ellos después de ver una película de miedo. ¿Hay algo más aterrador que tener que dormir solo y a oscuras después de conjurar las peores imaginaciones?
En las noches de campamento, sentados alrededor del fuego, los chavales más fanfarrones piden historias de miedo. Porque desde pequeños aprendemos que debemos mostrarnos más valientes de lo que realmente somos. Pero lo que quiere ser escuchado en medio del bosque son las aventuras valerosas de aquellos que ante la adversidad se crecen utilizando la astucia o la fuerza convirtiéndose así en héroes en quien nos inspiramos antes de adentrarnos en las sombras.

 
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